La última conquista by Andrea Laurence

autor:Andrea Laurence
La lengua: spa
Format: epub
editor: Harlequin, una división de HarperCollins Ibérica, S.A.
publicado: 2018-07-06T10:32:57+00:00

Emma no podía librarse de la sensación de ser observada. Le pasaba desde la tarde anterior, en el gimnasio. Cada vez que levantaba la vista del ordenador, esperaba encontrarse a Jonah apoyado en su puerta con esa sonrisa suya de depredador irresistible. Pero él nunca estaba allí. De hecho, no había vuelto a verlo desde el encuentro en la cafetería el día anterior.

Ella sabía que no debía bajar la guardia, de todos modos. La noche anterior había cometido ese error, y no volvería a pasar.

Sobre todo, necesitaba centrarse en los libros de cuentas. Había algo que no encajaba y, a menos que dejara de pensar en Jonah, no podría averiguar si realmente había algún descuadre o si solo era fruto de su mente distraída.

Cuando llegó al mismo resultado por tercera vez seguida, se recostó en la silla con un gemido. Debía de haber cometido algún error páginas atrás. Faltaba una gran suma de dinero.

–Maldición –dijo ella en voz baja, quitándose un mechón de pelo de la cara por décima vez. Necesitaba un descanso.

–¿Qué sucede, señorita Dempsey?

Sobresaltada, Emma se incorporó y se llevó la mano al corazón. Jonah estaba en la puerta, justo cuando menos se lo había esperado.

–Nada –mintió ella. Si había encontrado algo preocupante en las cuentas, no podía decírselo a nadie hasta estar completamente segura. No se pulsaba la alarma de incendios hasta ver las llamas. En ese momento, solo había un poco de humo. Nadie era tan estúpido como para hacer desaparecer tres millones de dólares de los activos de una empresa. La gente inteligente robaba dinero en pequeñas dosis. Tenía que haber otra explicación.

Respiró hondo y miró a Jonah. Había algo distinto en él. Emma no sabía qué era, pero algo había cambiado. Quizá fuera su pícara sonrisa o un brillo nuevo en sus ojos. No tenía ni idea de qué le hacía estar tan contento, así que decidió ignorarlo, junto con el deseo que le despertaba.

–Bueno, acabo de hablar por teléfono con tu jefe.

Al oír mencionar a su supervisor, Emma sintió que todo su deseo se desvanecía como un hielo en una cazuela de agua hirviendo.

–¿Has hablado con Tim? ¿Es que hay algún problema?

Jonah meneó la cabeza.

–No, nada de eso. Solo me ha llamado para ver si te habías adaptado bien.

Emma contuvo el aliento. Tim nunca llamaba para ver si una empleada estaba bien. Eso no le importaba un pimiento. Seguramente, habría llamado para ver si ella había caído rendida a los encantos de Jonah.

–¿Y qué le has dicho?

Jonah apretó los labios un momento, disfrutando de hacerla esperar.

–Le he dicho que eres la persona más educada y profesional de todo el edificio, yo incluido. ¿Por qué? ¿Qué pensabas que le diría?

Emma se encogió de hombros.

–No lo sé. Espero que nada relacionado con el cuarto de la limpieza.

Riendo, él apoyó una mano en el quicio de la puerta, exhibiendo su tatuaje.

–No he levantado esta empresa por ser tonto, Emma. Y, a pesar de lo que piensas de mí, no tengo intención de poner en peligro tu trabajo.

descargar

Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.